Naturaleza y Caballos: 2020

Ruta a caballo de 328 km desde Casas del Rio en Valencia (enlace con la ruta De Norte a Sur de la Comunidad Valenciana) hasta Tragacete en Cuenca, remontando el curso del río Jucar.

Salimos de Casas del Rio 3 jinetes, Benjamin de Xixona, Charo y yo de Els Poblets en Alicante, cruzamos el río Cabriel por el puente de la Noria para coger el camino que transita por su margen derecha en dirección Noroeste hacia las Casas de la Golfilla, una fina lluvia nos obligo a ponernos los chubasqueros y ya no nos los quitamos en toda la ruta, subimos por el Rincón del Aprisco dirección Sur hacía El Churtal donde hicimos un alto en el camino, ahora giramos dirección Oeste por la Solana de Hoyas Blancas hacia la Balsa Lubio donde paramos a comer, tras un breve descanso seguimos ruta por la dehesa hacia las Casas de Campiñana siguiendo el curso del arroyo de la Cañada hasta el barranco del Hocino donde giramos direccion Suroeste hacia Casas de Ves donde hicimos noche.

Al día siguiente nos dirigimos hacia el Sur por el camino del Altillo a cruzar la Manchuela y descender a la falla del Júcar por el camino entre el Cerro de Peña Negra y la Loma Canaleja, 250 metros de desnivel hasta llegar al puente por donde cruzar el río, para cruzar a continuación por otro puente sobre la canal que alimenta la central eléctrica del Tranco del Lobo, tras una corta senda subimos a la pista que transita por la margen derecha del río y seguirla en dirección Oeste, rio arriba hacia el Molino de Don Benito, en Las Rochas se acaba la pista y seguimos una preciosa senda durante 3 km hasta el puente de Tolosa donde de nuevo se coge la pista, aquí paramos a comer y descansar un poco, al poco de iniciar la marcha nos salió al encuentro Juan Pedro con su yegua para acompañarnos hasta Alcalá del Jucar donde pudimos alojar los caballos en sus cuadras y disfrutar de este precioso pueblo encaramado en las paredes del cañón del río.

Al día siguiente, turismo y gastronomía, paseamos por las empinadas calles de Alcalá del Júcar hasta lo más alto para visitar el castillo y admirar las impresionantes vistas sobre las hoces del río Júcar.

Repuestos tras el día de descanso, reanudamos la ruta río arriba, Juan Pedro decide acompañarnos los primeros kms, a las puertas de La Recueja decidimos hacer la primera parada junto al río aprovechando unos campos con pasto abundante para los caballos, al poco de cruzar el pueblo nos metemos en la primera de las sendas del día, la del Peñalcal, es una bonita senda envuelta por la izquierda por un denso bosque de ribera y por la derecha la piedra modelada por la erosión y las crecidas del río, los primeros 500 metros transcurren apaciblemente hasta que la mano del hombre hace su aparición y bajo los pies de los caballos cruza una canal sangrando las aguas del río, una reducida pasarela conecta las dos orillas, bajamos de los caballos para estudiar con detenimiento el paso y lo que vendrá después, la anchura de la canal tendrá un metro aproximadamente y la pasarela unos 60 cms, la soportan dos troncos que parecen sólidos para el peso de los caballos, un árbol a la derecha de la senda dificulta el paso y un metro más arriba dos piedras gordas conforman un escalón, luego la senda continua por la ladera sin apreciarse nuevas sorpresas en los siguientes 50 metros pero según Google nos queda 1 km de incertidumbre, decidimos atacar el obstáculo pie a tierra dejando libertad al caballo para que elija donde pisar, pasamos de uno en uno, primero Said (el alazán) luego Terry (el Tordo) y por último Orion (el apallosa), todo transcurre con normalidad hasta que Orion al sentirse solo decide pasar por su cuenta, no pasó nada, solo unos segundos de stress, la juventud de Orion, tan solo 5 años, explican su comportamiento pero tampoco teníamos otra opción; en la estrechez de la senda, aprovechando el desnivel de la montaña, montamos a caballo y reanudamos la marcha, poco a poco la senda se fue abriendo haciéndose cada vez más cómoda, nuestro cuerpo y mente fueron relajándose permitiendo que pudiéramos disfrutar del entorno, enseguida avistamos Jorquera encaramada sobre un cerro asomándose al río, poco antes de llegar cruzamos un puentecillo sobre el arroyo de Abengibre, afluente del Júcar, con agua abundante para que abrevaran los caballos; seguimos ruta cruzando a la otra orilla del Júcar y seguir río arriba por una tranquila pista que serpentea siguiendo el curso del agua, en el Milocho empieza otra bonita senda de unos 2 kms, esta sin sorpresas, exceptuando que en algún momento la densidad de la vegetación nos obliga a bajar del caballo, salimos a la pista de Maldonado hasta el puente, allí tomamos de nuevo otra bonita senda, más corta, aproximadamente 1 km, sin sorpresas hasta la fuente de Cubas, pasamos a la otra orilla, acomodamos los caballos, montamos el campamento y nos fuimos a tomar una cerveza y una reconfortante cena en el único bar del pueblo.

Al día siguiente volvimos a cruzar el puente para seguir río arriba por la pista de su margen derecha entre las aguas del Jucar y las paredes escarpadas del Cerro del Pollo, enseguida nos metimos en una bonita senda durante unos 2 km pegada a las paredes escarpadas del Cañahorro hasta coger la pista frente a Alcozarejos para seguir serpenteando el río hasta Puente Torres, en seguida pasamos junto a las ruinas de la Ermita de San Benito y luego por el AR de Valdeganga, seguimos por el camino de Bolinches hasta la piscifactoria donde cruzamos el río para conocer el Charco Azul, seguimos ruta hasta la Casa de las Mariquillas donde hicimos noche no sin antes reponer fuerzas en el restaurante.

A la mañana siguiente nos despertaron los trabajadores de la sociedad de pescadores que venían con el camión cisterna a soltar en el río unas 2000 truchas, nos llamó la atención lo grandes que eran, sobre 1 kg y medio, y para nuestra sorpresa nos regalaron media docena, no teníamos tiempo para pensarlo mucho así que saltando como estaban las metimos en un cubo y nos fuimos al río a quitarles las tripas y dejarlas arregladas para la cena de la noche; resuelto este asunto seguimos ruta río arriba, cruzamos la N-322 hacia el Caserío de los Licenciados, ahora el paisaje cambia, atrás dejamos las hoces y las sendas junto a las paredes escabadas por el agua para pasar a las dehesas, tierras onduladas y de cultivo alimentadas con la abundante agua del río, en sus margenes grandes pinos que recuerdan el bosque que un día formaron, en la pinada de El Torcío hicimos un alto y luego seguimos hacia el Club de Golf Las Pinaillas por donde cruzamos la AB-823 hacia la Dehesa del Presón, seguimos por las Casas de Cejalbo hacia la Casa de los Pontones y en la Casa de las Viñas dejamos la pista para disfrutar de las mil sendas que pueblan la pinada de El Tejar, junto al río Júcar, en las Casas de Molina montamos el campamento y dimos buena cuenta de las truchas que nos habían regalado.

A la mañana siguiente seguimos ruta, cruzamos la N-320 y un poco más adelante pasamos el túnel del AVE hacia las Casas del Concejo, ahora nuestro trazado coincide con la “ruta de los puentes” de la Fuensanta, un bonito recorrido por sendas y caminos junto al río Júcar, por el puente de Carrasco y luego por el de Quitapellejos a pasar por La Manchega hasta llegar al Palacio de Gosálvez de Villalgordo del Júcar, en ruinas y cercado, frontera entre Albacete y Cuenca, seguimos entre pinos hasta cruzar el canal del trasvase Tajo-Segura y sumergirnos en campos interminables de cereales y viñas hasta llegar a Casas de Benitez, donde hicimos noche y nos fuimos a cenar al hogar del jubilado unas cabecicas de cordero asado.

Salimos del pueblo por la zona del Jardín en su lado Noroeste para girar en la Cañada de Andalucía hacia el Noreste y cruzar la CUV-8307 entre campos de viñedos y pequeñas masas de pinos volvimos a cruzar el canal del Tajo-Segura hacia el Cerro del Pino bajando por un pequeño barranco hasta las orillas del Júcar cerca del Molino de la Losa donde los patos nadan en sus aguas tranquilas, seguimos hacia el Norte por el Camino Real de la Losa hasta El Picazo, cruzamos el río por un puente para seguir ahora aguas arriba por su margen izquierda hasta el viaducto de la A-3 donde volvimos a cruzar el río a su margen derecha donde tomamos un preciosa senda que serpentea por las orillas del contraembalse de Castillejos hasta llegar de nuevo al canal del Tajo-Segura, que volvimos a pasar para tomar el camino de la Noguera en dirección a la casa de la Escalerilla, una antigua mansión rural hoy en ruinas donde hicimos un alto para comer, el viento era persistente y decidimos seguir camino, cruzamos el barranco de la Legua por las Zorreras y giramos hacia el Noroeste a cruzar el barranco Blanco y el del Charco en la zona Sur de Alarcón, el pueblo se yergue sobre un promontorio abrazado por las hoces del río Jucar, está declarado Conjunto Histórico-Artístico, tiene dos entradas, la Sur por el puente del Picazo y la Norte por el puente de Tebar, ambas espectaculares, elegimos esta última porque nos permitía un recorrido más completo por las defensas de esta villa medieval, tomamos el PR-71 en dirección a la Torre del Cañavate, imponente construcción que salvaguardaba el acceso por el Norte, es indescriptible la sensación que te embarga oír el ruido de los cascos al chocar con las piedras del camino ante semejante paisaje abarrotado de historia, ya no quedan restos de la puerta que un día no lejano controlaba el paso, seguimos por la senda hacia la torre de los Alarconcillos para cruzar el puente de Tebar y dirigirnos a la puerta del río por donde entramos en la población donde hicimos noche.

Salimos de Alarcón por la puerta del Calabozo dejando trás de nosotros su imponente castillo con la torre del homenaje coronada por un doble recinto de almenas, no resulta difícil entender que a los Reyes Católicos les fué imposible tomar esta fortaleza en sus disputas con el Marqués de Villena, tomamos dirección Este siguiendo el camino de Valhermoso para remontar su arroyo por su margen derecha a cruzar la CUV-8031, luego la N-III y un poco más adelante la CM-2100 para seguir por la Cañada Real de Andalucía a la sombra del bosque de pinos circundante, en el Lavajo Verezo había un bonito rebaño de ovejas pastando bien custodiadas por sus perros, seguimos hasta el Mojón Alto donde paramos a comer bajo unas sabinas con buen pasto para los caballos, luego seguimos por la Cañada Real de Castilla ó de los Serranos hacia la Loma de las Talanqueras, siempre dirección Norte hasta Solera de Gabaldón, donde hicimos noche.

A la mañana siguiente, iniciamos ruta por las Hontecillas en dirección al Vallejo del Asno a subir por el Portichuelo hacia el Pinar Llano, ya en plena Serranía de Cuenca, cruzamos la N-320 por el Alto del Rey hacia el Charcazo donde tomamos la Cañada Real de los Serranos dirección Norte hacia las Quebradas, allí giramos a la derecha por el Vallejo Oscuro para por el arroyo de la Cañada del Ituero, subimos por el Vallejo del Tío Alberto hasta darnos de narices con una finca privada vallada que nos impedía el paso, nuestro destino estaba en el Noreste así que tomamos un camino en esa dirección hasta su enlace con el camino de Navarramiro a Monteagudo, el vallado de la finca nos impedía seguir por los caminos por suerte el bosque estaba limpio con poco sotobosque y sin desniveles importantes, así que seguimos campo a través con el vallado de la finca siempre a nuestra izquierda, 2 km más adelante tras cruzar el Vallejo del Fustal tropezamos con una encrucijada de vallas, el vallado de la finca a la izquierda en frente un vallado con portera que exibía el cartel de finca privada y dentro a 50 metros otra portera que nos impedía el acceso al camino, desmontamos, estudiamos la situación y decidimos pasar, abrimos y cerramos porteras y nos pusimos en camino en dirección Noreste hacia la Casa del Marqués, bajamos al Vallejo del Losar para subir por el Vallejo Vuelta de los Caballos, un precioso rincón con algunas porteras en el camino, salimos al camino de la Raposera para subir por el arroyo de la Hocecilla, en la Hoya de Mingo Negro giramos hacia el Puntal de la Ceja desde donde se divisa una bonita panorámica del Valle del Guadazaón, ya solo quedaba salvar los 200 metros de desnivel para llegar a nuestro destino, Reillo, donde hicimos noche.

Salimos de Reillo dirección Norte a cruzar la N-420, poco después cruzamos el río Guadazaón por el Molino de Adolfo y seguimos la Colada del Colladillo dirección Noreste para cruzar las vías del F.C. Madrid-Valencia por la Loma de las Matanzas, en el Cero del Aliagoso nos acercamos a su expléndido abrevadero y desde allí fuimos subiendo hacia la Cruz de Bartolo y Navaseca, donde hicimos un alto, seguimos por la Peguera a bajar por la Hoya del Picorzo hacia la Charca de la Torquilla, cruzamos la Hoya de Juan Domingo y rodeamos el Cerro Colmenar para bajar por el Vallejo de las Navas, seguimos hacia la Rá e iniciamos el ascenso hacia la Hoya de Bonifacio atravesando un explendido sabinar, decidimos comer junto a unos corrales construidos en piedra seca y con buen pasto bajo las sabinas centenarias, luego seguimos hacia Valdemorillo de la Sierra subiendo por el Arroyo del Colmenar, antes de llegar al pueblo tomamos el camino que sube a las antenas de TV para bajar luego por el barranco del Monegrillo hasta coger la pista hacia Valdemoro que nos llevó hasta el Area Recreativa de la Balsa, con su impresionante cascada de Toba, donde hicimos noche no sin antes darnos un buen baño.

Poco antes del amanecer observamos como los caballos habían roto los paddocks, galopando y tirando coces, no sabemos cual fué la causa, pero sí las consecuencias, cuando empezamos a aparejarlos descubrimos que uno de ellos había perdido una herradura, la buscamos y apareció, con calma nos pusimos manos a la obra, sacamos el kit de herraje y a la faena, la herradura que se había arrancado estaba un poco doblada y la mitad de las claveras no tenian casco para agarrar, así que echamos manos de las herraduras de repuesto, estas tenian dos pestañas para las manos y las claveras no coincidian en su mayoría, así que arreglamos el casco y pusimos 8 chavos, nos quedaban todavía 2 jornadas duras y no teníamos botas de emergencia; con un poco de retraso iniciamos la marcha hacia Valdemoro-Sierra, llegamos al pueblo con la ilusión de tomar un café pero no había ningún bar abierto, los caballos no quisieron ni beber agua de la fuente, a la salida del pueblo tropezamos con un caballo y una vaca que pastaban plácidamente, el caballo se acercó a curiosear pero volvió grupa y salió corriendo, era una yegua, seguimos por la pista con el río Guadazaón a nuestra izquierda hasta la fuente del Marqués, allí iniciamos el ascenso por el arroyo de la Losilla hacia las Peñas de las Cabras y luego a Peña Bermeja, vadeamos el río Guadazaón por el empalizado de Pie Malo hacia el arroyo de Cereceda, lo vadeamos por la Pinilla para ascender al Collado del Molar, desde allí subimos hasta el Prado de las Yeguas a 1.500 metros donde bajo los pinos había un buen pasto para los caballos y una agradable sombra para el descanso, seguimos por el Collado de Cereceda y subir por el arroyo Pedregoso hasta la Hoz Malilla para bajar por el carril de los Bañaderos y el barranco Rodenillo hasta llegar al Area Recreativa del Molino de Juan Romero donde hicimos noche.

A la mañana siguiente, teníamos la jornada más larga 31 km y la más exigente 1188 metros de ascenso acumulado, con calma recogimos las tiendas y aparejamos los caballos, revisamos herraduras y en ruta dirección Norte hacia el Risco a subir por el barranco del Horcajo hasta la fuente Tocona, seguimos subiendo hacia el Alto de Dionisio, Cerro Clerio y Cerro del Medio franqueados por un pasillo de aliagas en flor de un amarillo intenso, en la cabecera del barranco de las Salinas giramos hacia el Alto de la Horca desde donde se disfruta de una bonita vista de Huélamo, bajamos hasta la CM-9218 por debajo del pueblo, cruzamos el puente y tomamos una senda que nos evitaba el asfalto dejandonos a orillas del río Júcar donde hicimos un alto con buena sombra y pasto para los caballos; cruzamos la CM-2105 para subir por el camino de las Majadas con fuertes repechos hasta llegar a la Hoya del Roscado, seguimos hacia la Varguilla para subir por el barranco de las Chorreras donde encontramos un abrevadero precioso hecho con troncos de pino (se conocen como Gamellones) que apenas tenía un poco de agua en la pileta, seguimos hasta Cañada Perea y de allí subimos por la pista hasta la fuente Villarejo, esta si que tenía agua, cruzamos bosque a través a coger la pista que suba por la loma del Collado del Aire, a la mitad del ascenso la pendiente se hace dura y decidimos dejar la pista para subir por el bosque hasta el collado junto al Cerro de la Nevera a 1794 metros de altitud punto más alto de la Sierra de Tragacete en pleno Parque Natural de la Serranía de Cuenca, ahora toca bajar, los próximos 2 km tienen las pendientes más fuertes, bajamos por el rincón de la Gitana hasta el rincón del Masegosillo, ahora la pista llanea hacia Arroyo Frío pero tenemos que abandonarla y buscar camino por el bosque ante los abundantes pinos caidos impidiendo el paso, giramos por la cabecera del barranco de Fuente Jordana hacia el GR-66 cruzando unos magníficos pastizales, en la cabecera del barranco del Carril giramos hacia el Cerro del Colmenarejo donde nos estaban observando varios caballos, uno decidió acercarse a curiosear y ante nuestra sorpresa eligío a Terry, el bretón castrado que monta mi mujer para olisquear y bracearlo, la puso en un aprieto, fuimos al quite pero era persistente, olia y braceaba con todos los caballos, era un potro entero que lo dejan como semental pero no sé si habra cubierto ya alguna yegua, a duras penas conseguimos mantenerlo a raya y pudimos seguir camino, eso sí escoltados a 20 metros por el potro que o bien por el camino o por el bosque no nos quito ojo hasta llegar a Tragacete, final de esta ruta.